“Ha quedado claro que no hay distinción alguna entre el Partido Popular (PP) y Vox”, afirmó el presidente del gobierno español ante diputados y senadores socialistas en el Parlamento y ratificó que el partido de extrema derecha Vox será uno de los centros de su campaña, al igual que el PP.
“La derecha extrema y la extrema derecha están envalentonadas”, señaló Sánchez, al afirmar que el PP y Vox son formaciones “ya del todo semejantes en la forma y en el fondo”, una derecha que catalogó como inspirada en las doctrinas del expresidente estadounidense Donald Trump.
Sánchez advirtió que las elecciones anticipadas, a las que convocó sorpresivamente el lunes, deberán sortear un clima de “insultos y de descalificaciones”, así como de desinformación, acusando al PP y Vox de “copiar los métodos” de Donald Trump o del expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
El jefe del Ejecutivo español relató el encuentro que sostuvo la víspera con Hillary Clinton, de visita en Madrid, y recordó que la candidata del Partido Demócrata que se enfrentó a Donald Trump en las elecciones estadounidenses de 2016 fue objetivo entonces de una campaña de ataques personales y desinformación.
El PP venció con holgura en las elecciones municipales y regionales del domingo, imponiéndose en seis regiones controladas hasta entonces por los socialistas, solos o en coalición.
En al menos cinco de ellas, los conservadores dependen de Vox para alcanzar la mayoría absoluta en los parlamentos locales.
Tercera fuerza política del país, Vox obtuvo igualmente un excelente resultado en las municipales, con el 7,19 % de los votos y el triple de concejales, y reforzó considerablemente su presencia en las asambleas regionales.
La formación pretende ahora convertirse en socio obligado para el PP en las regiones, como ya ocurre en Castilla y León, donde gobiernan juntos, pero también a nivel nacional.
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